viernes, 9 de diciembre de 2011

Cumbres borrascosas

¿Por qué leer Cumbres borrascosas?

Dicen de “Cumbres borrascosas” que es la historia de amor más hermosa y trágica de toda la literatura. Y aunque se puede estar de acuerdo o no con semejante aseveración, lo cierto es que las pasiones de los protagonistas principales son turbadoras como pocas, y el sentimiento que recorre todo el libro es verdadero, indómito y poderoso.


Parece una ironía que Emily Brontë, una mujer con una existencia apacible y que vivió casi recluida junto a sus hermanas en Haworth, pudiera crear una historia de furia y pasión como es ésta, donde los personajes se guían por unos instintos que se asemejan más a fuerzas desatadas de la naturaleza que a emociones humanas; excepto los de los dos narradores, que sirven de contrapunto reflexivo —y muy parcial— al resto, los comportamientos de todos los caracteres son salvajes, incontrolables.

Cumbres borrascosas es una impresionante historia sobre el amor, la pasión y las consecuencias que ambos pueden tener sobre las vidas de las personas que los padecen. A diferencia de las novelas sentimentales de la época, en este libro la emoción amorosa se concibe como una fuerza destructora, un fuego interno que devora todo aquello que toca y que no deja incólume ni a amantes ni a allegados.

Cumbres borrascosas tiene esa fuerza de las grandes obras que se eleva por encima de cualquier minucia formal o histórica; la pasión, el amor y el orgullo son sentimientos imperecederos, aunque se muestren en su faceta más salvaje.

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